El lead time puede ser entendido como el tiempo de entrega de un pedido. Dicho indicador nos permite comprender el proceso, la producción y la eficiencia. Es por ello, que la información que nos entreguen los usuarios, de forma voluntaria a la empresa, son la base para cualquier estrategia de marketing.
En términos generales, hablar de lead time se refiere al tiempo que invertimos en algún proceso. En ese sentido, la herramienta permite establecer estrategias de contenido, con el fin de acompañar procesos y garantizar una atención más personalizada.
Hay que recordar que el marketing relacional está en sintonía con el concepto de generar una comunidad y fidelidad con los clientes. El posicionamiento puede ser un factor clave, a la hora de asegurar el tráfico hacia nuestro sitio web o nuestra marca. Sin embargo es la experiencia del usuario y el contenido de valor, los que nos garantizará una permanencia en el tiempo.
El primer paso del proceso es adquirir mayor información en torno a nuestro potencial cliente; qué le gusta, qué le motiva, cuáles son sus sueños y aspiraciones. Una vez estudiado dichos datos, podemos empezar a crear una estrategia que llegue directamente a las necesidades de las personas, de forma que podamos generar un vínculo que nos lleve hacia un mayor número de venta.
El lead time permite hacer un seguimiento en torno al tiempo que lleva convertir a potenciales clientes en un buyer persona (cliente ideal). La meta de la estrategia, es ahondar en los procesos de venta y medir la eficiencia. Debemos recordar que mientras más corto sea el lead time, mayor será la productividad.
En resumen, esta herramienta es fundamental en las empresas, principalmente porque permite reducir de forma significativa los costos totales, y atender a las necesidades específicas de los clientes. ¿Necesitas apoyo? ¡En Circle podemos ayudarte, conversemos!